La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados en todos los sectores, pero más en el mundo del deporte, según un artículo de La Vanguardia, el ritmo de contratación de expertos especializados en ciencia de datos se ha incrementado durante los últimos 5 años.

Los análisis automáticos de datos proporcionados por empresas como Stats Perform son actualmente imprescindibles en competiciones tan relevantes como la NBA, la principal liga de baloncesto de Estados Unidos y del mundo entero. Las compañías de este tipo empezaron a recopilar grandes volúmenes de información sobre partidos, jugadas y deportistas hace más de una década y, hoy por hoy, su actividad está plenamente afianzada en esta industria.

No en vano, es impensable que un equipo de máximo nivel desarrolle su actividad sin tener en nómina a varios ingenieros especializados en esta tarea. Algo similar ocurre en el resto de deportes mayoritarios, por ejemplo, el fútbol, considerado por lo común el rey. La mayoría de los clubes de la Premier League, en el Reino Unido, ya tenían a uno o dos de estos profesionales a su servicio en el decenio de 2010. Ahora, lo habitual es que esta cifra supere la docena.

El ritmo de contratación de expertos se ha incrementado en los tres últimos años de manera considerable, aseguran desde el sector. La explicación es que firmas como la propia Stats Perform cuentan con la tecnología suficiente para determinar de qué forma jugará un equipo en el próximo encuentro. Este modelado predictivo se basa en millones de detalles que, según sus impulsores, ninguna persona sería capaz de procesar. En estas fórmulas, además, se tienen en cuenta facetas muy diferentes: de la defensa a los contraataques.

Hay factores que están relacionados entre sí, pero otros son relativamente independientes, y todo cuenta, señalan sus creadores. Como reconoce uno de los vicepresidentes de Stats, Ben Mackriell, los equipos les invitan a llegar cada vez más lejos. Así, admite que una de las preguntas que les hacen con mayor frecuencia es: “¿Cómo llevará a caso sus habilidades este jugador que me interesa fichar en mi equipo y en el conjunto de la liga?”.

En opinión de este ejecutivo, este es uno de los aspectos en los que los clubes están obteniendo más beneficios gracias a su inversión en inteligencia artificial. Su labor empieza por entrevistarse con los atletas, preparadores, técnicos, entrenadores de deportes variados: hockey, tenis, golf… De este modo, los analistas averiguan cuáles son sus necesidades, inquietudes y deseos. Como es lógico, no todos los problemas se resuelven con las mismas soluciones.

Cuanto más específica sea la herramienta diseñada por los ingenieros e informáticos, mayor satisfacción obtendrán todos los actores implicados en esta compleja ecuación. Hasta épocas recientes, las reticencias eran elevadas y profundas. Sin embargo, el efecto “bola de nieve” es innegable. En el instante en el que un club observa el salto cualitativo obtenido por alguno de sus competidores y los beneficios que se derivan de ello, adopta la innovación e intenta desbancar a sus oponentes para seguir ganando, por lo que mejoran los deportistas y también los científicos de los datos. Sin tiempo ni espacio para pausas o descansos.

Fuente

La Vanguardia